miércoles, 20 de mayo de 2015

10 ventajas de las centrales nuecleares

 1. Las centrales nucleares garantizan el suministro eléctrico


La energía nuclear es la fuente de energía que más horas funciona al año. Está disponible las 24 horas los 365 días al año y, de esta forma, asegura el abastecimiento eléctrico. Los siete reactores nucleares españoles en funcionamiento produjeron, en 2013, el 19,8% de la electricidad de forma segura, fiable, constante y limpia.
2. Reducen la dependencia exterior

España es un país que importa casi el 80% de las materias primas energéticas que consume, fundamentalmente petróleo y gas, una cifra muy por encima de la media europea. Aunque España importa el 100% del uranio, todo el abastecimiento de combustible nuclear en España se considera de carácter nacional. Ello se debe a que la seguridad de tener el combustible a disposición cuando se necesita, es comparable a la del combustible nacional, evitando la vulnerabilidad que se puede encontrar en otras materias primas.
3. No emiten CO2
La energía nuclear no emite gases ni partículas contaminantes a la atmósfera, por lo tanto, resulta clave para frenar el cambio climático. La energía nuclear es la única fuente disponible en la actualidad capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin contaminar la atmósfera. Es parte de la solución al cambio climático.
4. Son seguras

Las centrales nucleares se diseñan de manera robusta y segura y se encuentran entre las instalaciones industriales mejor protegidas. Un organismo regulador independiente, el Consejo de Seguridad Nuclear que reporta al Congreso de los Diputados y al Senado, vela por su seguridad. Los reactores españoles se encuentran entre los mejores del mundo, según los indicadores de funcionamiento internacionales.
5. Capacidad industrial 

La industria nuclear española contribuye a la capacidad industrial del país. El sector nuclear español desarrolla, con la operación y mantenimiento del parque nuclear y la participación en programas internacionales, la capacidad adecuada y competitiva en todas las etapas del ciclo del combustible nuclear.
6. Mejora continua de la tecnología

La tecnología ha demostrado ser capaz de mantener operativos los reactores y de incluir las mejoras técnicas que se han ido desarrollando, haciendo posible una operación continua y segura gracias a una industria altamente cualificada. La tecnología nuclear no sólo se mantiene en nuestro país, sino que sigue desarrollándose para atender un mercado nuclear internacional imparable.
7. Generan empleo cualificado

Las centrales nucleares son fábricas de producción de electricidad y, al igual que otras instalaciones eléctricas, generan empleo y riqueza en su zona de influencia. Concretamente, en cada reactor trabajan unas 500 personas. El sector nuclear español emplea en la actualidad a unas 30.000 personas entre puestos directos e indirectos.
8. Existe una solución para los residuos

Los residuos radiactivos están controlados por una empresa pública creada a tal efecto, Enresa. En la actualidad, existe solución técnica para el almacenamiento temporal, la reutilización de los combustibles gastados y su disposición final. En España, los residuos radiactivos de alta actividad suponen menos de una milésima parte de todos los residuos tóxicos y peligrosos.
9. Hay un impulso nuclear mundial

Actualmente hay 437 reactores en 30 países que producen alrededor  del 15% de la electricidad mundial y 72 más están en construcción. Hay, al menos, 200 más planificados.La energía nuclear es una opción necesaria hoy en día y en el futuro para garantizar el respeto con el medio ambiente, la competitividad de la economía y el bienestar social.
10. Son necesarias

Las centrales nucleares garantizan el suministro eléctrico, frenan las emisiones contaminantes y reducen la dependencia exterior. La situación energética y medioambiental ha hecho que cada vez más voces entre los agentes sociales, representantes sindicales, cámaras de comercio, asociaciones empresariales, científicos y políticos de distintos signos, reconozcan la aportación nuclear y demanden establecer un debate sosegado, transparente y abierto sobre esta fuente de energía.





Fin de la era nuclear

La energía nuclear no es una alternativa de producción energética frente al cambio climático. Crea residuos nucleares peligrosos para la salud y el medio ambiente que tardan cientos de años en degradarse, y los accidentes nucleares arruinan regiones vastísimas. 



Según el Instituto Max Planck, un accidente nuclear catastrófico como los de Fukushima o Chernobil puede producirse en algún lugar del mundo una vez cada 10 o 20 años. Según el Informe World Nuclear Industry Status Report 2013, en 2012 la generación mundial de electricidad de origen nuclear se redujo en un 7%, lo que supera la caída récord del 4% de 2011. La participación nuclear en la generación de electricidad en el mundo disminuyó de forma constante desde  el máximo histórico de 17% en 1993 hasta el 10% en 2012.
La nuclear no es una energía alternativa frente al cambio climático, ya que incluso triplicando la capacidad nuclear mundial únicamente daría lugar a un 6% de reducción de las emisiones de carbono, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Por otra parte, ha quedado comprobado cómo cuando Alemania ha decidido cerrar las nucleares de manera ordenada no ha habido problemas y cómo Japón paró todas sus nucleares, 54 en total, de manera “precipitada” tras el desastre de Fukushima y tampoco ha pasado nada.

¿Qué soluciones hay?

Para mejorar la seguridad:

  • Que la transparencia y la independencia de los reguladores nucleares ayuden a tomar decisiones que velen en exclusiva por la seguridad y los aleje de las presiones económicas y políticas.
  • La participación pública ayuda a que se favorezca la transparencia y obliga a los operadores a mantener incentivos elevados de seguridad.
  • Modificar la responsabilidad civil para que no haya un límite de daños y para que se extienda a toda la industria nuclear, no sólo a los operadores. Mayores costes en responsabilidad implica mayores inversiones en seguridad.

Para cerrar las nucleares:



Adoptar un modelo energético 100% renovable y eficiente, que es técnicamente posible, económicamente viable y sostenible.